jueves, 30 de enero de 2014

Nota para mí.

Cierra los ojos.
Hoy tu mente y tu imaginación van a ser las que manden... Sé como te sientes a veces, que hay momentos en que parece que nada tiene sentido, que lo tirarías todo por la borda y cambiarías tu vida de un plumazo. Sin importar nada ni nadie. Pero hoy te voy a explicar el por que no deberías ponerte así. Porque siempre vale la pena seguir para adelante, porque una sonrisa vale más que mil lágrimas. No habras tus ojos todavía. Vayamos atrás, a cuando eras pequeña, a cuando nada te preocupaba, dime, ¿qué ves? ¿Todo era más fácil verdad? El mundo si se torcía podía moldearse a nuestro antojo, pues tenías quienes te cuidase y se preocupase por ti. Pero la realidad es diferente, sí habían problemas. Pero tenías quienes tenían sus días duros por tu felicidad. Avanzemos de nuevo. A la actualidad, a esos días que no te dejan pensar con claridad. A esos días sin luz que tanto te asustan. A esos momentos en los que te miras al espejo y no hay nada que te guste de ti. Imaginate en un espejo... Imaginate todo lo que cambiarías en ti para sentirte bien con tus complejos. Piénsalo... ¿Qué ves? ¿Te sientes mejor? Te diré una cosa, no creo que puedas dejar de verte como eres. ¿Sabes por qué? Porque no hay una manera más perfecta que ser uno mismo. Admitiendo tus errores, y valorando tus aciertos. Sabiendo que para alguien tú, y solamente tú, eres lo más importante. Porque si tratas de cambiar dejarás de ser tú misma. Y si dejas de ser tú misma, te habrás perdido. ¿Sabes? Todos tenemos días malos, pero eso es porque valoramos los días buenos. Y los echamos de menos. Todos queremos sonreir. Pero llorar nos hace humanos y demuestra que dentro de nosotros mismos hay sentimientos que moverían planetas. Te dejo que llores si quieres, te dejo que te enfades si quieres, puedes pasar el día lamentandote, pero, lo único que habrás conseguido es perder un día maravilloso de tu vida. Sólo habrás conseguido dañarte a tí mismo y a los que te quieren. Pues el mundo sigue su curso, y tú, aunque a veces te sientas fuera de el, tienes la suerte de poder verlo y cambiarlo. Abre los ojos, y aprobecha cada segundo. Aprende de todo esto. Te dejo estar triste hoy, si sonries mañana.